verano
Ya de vuelta a la realidad después de cuatro días en los que he descubierto varias cosas: que en San Sebastián puede llegar a hacer mucho sol, que hay que volver a la playa de Zarautz, que un San Joan habitual puede cambiarse por un Sanjoanak en Hernani, que tengo amigas que son verdaderas santas y que me encantan los domingos por la mañana…
- ¿Echa de menos el mar Claudio?
- Echo de menos el mundo, al mar que lo zurzan.
- Seis letras. Cosa inmensa, insondable o incomprensible.
- Abismo.
- Creo que cabe pero la definición no está bien. Un abismo no es incomprensible, ni insondable, ni inmenso. En todo caso es interminable. El que ha hecho esto no ha estado nunca al borde del precipicio.
- Pero un abismo no es un precipicio.
- ¿Cuál es la diferencia?
- Pues que de un precipicio te caes, en un abismo te pierdes.
- Y tú que prefieres ¿caerte o perderte?
Pretextos. Silvia Munt, 2008
(sabes que hoy era el día en que la foto hula-hop debía ver la luz ¿verdad?) Un beso enorme!!!
Una más para apuntar a la lista: el programa de las mañanas de verano para mi. Para poder hacer y deshacer, a mi manera, guardando las formas (pero sólo un poco). Para disfrutar de verdad de una de las cosas que más me gustan…
'La luna, que había estado invisible hasta entonces, fue apareciendo poco a poco por la noche y después brillaba con todo su esplendor sobre las torres, derramando torrentes de suave luz en los patios y salones. El jardín de debajo de mi ventana se iluminó dulcemente; los naranjos y limoneros se bañaron del color de la plata, y la fuente reflejó en sus aguas los pálidos rayos de la luna, haciéndose casi perceptible el carmín de la rosa.
Pasábame largas horas en mi ventana aspirando los aromas del jardín y meditando en la adversa fortuna de todos aquellos cuya historia está débilmente retratada en los elegantes testimonios que me rodeaban. Algunas veces me salía a medianoche, cuando todo estaba en silencio, y me paseaba por todo el edificio. ¿Quién se figurará tal como es una noche al resplandor de la luna en este clima y en este sitio? La temperatura de una noche de verano en Andalucía es enteramente etérea. Además, el efecto del resplandor de la luna en la Alhambra tiene cierto mágico encantamiento. Todas las injurias del tiempo, todas las tintas apagadas y todas las manchas de las aguas desaparecen por completo; el mármol recobra su primitiva blancura; las largas filas de columnas brillan a la luz del astro de la noche; los salones se bañan de una suave claridad, y todo el edificio semeja un encantado palacio de los cuentos árabes'.
Cuentos de la Alhambra
Washington Irving