mudita
Mata Hari: A principios del siglo XX en París se disputaban las entradas en primeras filas para ver los espectáculos de danza hindú de Mata Hari. De ahí pasó a cortesana y a la espía H-21. En 1917 Francia la juzgó bajo la acusación de agente doble para Alemania. Alta traición. Culpable de la muerte de miles de soldados sin pruebas concluyentes. Acabó ante el pelotón de fusilamiento el 15 de octubre de 1917 vestida y maquillada como para una gran ceremonia. No permitió que le taparan los ojos.
Icíar Bollaín muestra la vida de tres detectives privadas, mujeres que vigilan, siguen, se infiltran, investigan y, a veces, incluso descubren cosas de ellas mismas que no imaginaban. Tristán Ulloa sigue haciendo de él mismo, sin ninguna gracia, y Najwa Nimri sigue igual de hipnótica. Buena película pero…. me faltó algo, quedó incompleta….
A todo esto, muy buena la 'criatura' de J.A. Bayona. Hacía tiempo que no pasaba miedo de éstas maneras con una película (miedo y risas, claro)
Lois Maxwell fue la primera actriz en encarnar a Moneypenny, la secretaria eternamente enamorada de James Bond. Para muchos fue la mejor en el papel que la llevó al cine catorce veces, desde 'El Dr. No', 'Goldfinger' o 'Desde Rusia con amor' hasta 'Octopussy'. Catorce películas y nunca sucumbió a los encantos del agente secreto…
Lois ha muerto a los ochenta años y la casualidad ha querido que coincida con la entrada número 100 del 'sitio de mi recreo'. Cien momentos, cien pensamientos, y los cien motivos y mentiras de Joaquín Sabina…
Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, altares.
Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.
Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.
Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.
Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena