Dalí
Loco, demente, aberrante, orate, delirante, insano, enajenado, chiflado, enloquecido, trastornado, maniático, monomaníaco, frenético, esquizofrénico, paranoico, chalado, faltoso, desequilibrado, perturbado, vesánico, guillado, maníaco, neurótico, tocado, fanático, alienado, alelado... Cuántas palabras innecesarias para hablar de un pobre loco, ese artífice de la locura, genio de la fantasía, pintor de los sueños, escritor de novelas imposibles, músico sin notas ni guitarra, actor sin personaje, guionista de películas irrealizables, fotógrafo sin lente, escultor de figuras sin márgenes ni cuerpo, dibujante sin lápiz, poeta de pluma quebrada…
Muchos decían que estaba loco, yo no lo creo… Era libre, libre para pintar, para actuar, para decir, para vivir, sin preocuparse por nada ni nadie. Quizá llevaba su libertad al extremo, pero gracias a eso yo puedo ver ésta imagen cada mañana cuando abro los ojos. Realmente el tiempo no tiene importancia, se nos va entre los dedos, se deshace y se rompe, estalla como en el cuadro, por eso no quiero perderme ni un segundo.(por cierto, definitivamente volvió la inspiración…)